¿A quién no le ha pasado alguna vez? Montas al coche y, de repente, empiezas a oler a gasolina. Aunque te guste el aroma a combustible, no es bueno que nuestro vehículo desprenda este tipo de olores, puede significar que algo está funcionando mal. No hay riesgo de nada, pero debemos llevar el automóvil cuanto antes a nuestro mecánico de confianza para evitar problemas mayores. Desde Grupo Paredes Automoción vamos a comentarte algunas de las razones por las que tu coche huele a gasolina.

Mi coche huele a gasolina, ¿por qué?

No pierdas la calma si tu vehículo huele mucho a gasolina. Está claro que un olor tan fuerte no es normal, pero tampoco está en riesgo tu vida. El interior de un coche suele estar bien aislado, por lo que jamás deberíamos oler a carburante en el habitáculo. Obviamente, la gasolina que va quemando el motor no tiene que entrar al interior del vehículo en forma de aroma.

En caso de que tu motor esté quemando de forma correcta el combustible, no tienes que preocuparte por nada. Eso sí, el olor a carburante dentro del coche es sinónimo de que hay que acudir a nuestro taller de confianza para ver qué puede estar fallando. Si lo dejamos pasar y no le damos la importancia que merece, nuestro vehículo podría sufrir daños irreparables.

Razones por las que tu vehículo huele a gasolina

Lo más común en este tipo de situaciones es haber sufrido una filtración en el depósito de combustible. Identificar este problema es sencillo porque verás que tu coche mancha el asfalto al perder gasolina. El origen de este fallo puede estar en algún golpe que hayamos recibido o en el desgaste de las piezas. Precisamente, otra causa de que el habitáculo de tu vehículo huela a carburante puede estar en el filtro de gasolina. Si este filtro está roto, desgastado o no se ha apretado de manera correcta, oleremos a gasolina en el interior del coche.

Otra razón por la que nuestro vehículo desprende aroma a combustible en el habitáculo puede estar relacionada con el carburador. Si está muy sucio, casi no entrará aire y, por lo tanto, el olor a carburante será más intenso de lo normal. Igualmente, podemos echar un vistazo a los tubos por los que pasa la gasolina. Podría haber algún agujero o estar defectuosos y ser la causa del aroma a combustible.

Todas estas posibilidades repasadas están relacionadas con fallos externos al habitáculo del coche, pero el problema podría estar en el interior del vehículo. El filtro del habitáculo podría estar en malas condiciones y necesitar un cambio. O también podemos haber sufrido un despiste y habernos dejado el tapón del depósito de combustible abierto, lo que hace que notemos ese olor a gasolina en el interior del coche.

Acude a tu servicio posventa o taller más cercano

Como hemos comentado, podría no ser algo grave, pero lo mejor es que acudas a tu servicio posventa o taller más cercano y te asegures de que tu vehículo no corre riesgo de sufrir una avería seria. Si resides o te mueves por la provincia de Alicante, en Skei Automóviles te atenderemos encantados. Deja tu coche siempre en las mejores manos.